lundi 20 février 2012

Entretien avec Claudia De Bella (Argentine), auteure de SF

Claudia De Bella
Claudia De Bella est l'auteur de la nouvelle « Rédemption » que traduit l'équipe des Supernovas, Vanessa Canavesi, Perrine Huet et Olivier Marchand.

Un grand merci de la part de tous les Tradabordiens d'avoir pris le temps de longues et intéressantes réponses.

1) Olivier Marchand. ¿Desde cuándo escribe?
Claudia De Bella. Desde muy pequeña. Recuerdo que entre los nueve y diez años escribí una especie de novela con muchos personajes que vivían distintas aventuras. También me gustaba los escribir relatos o descripciones que me daban de tarea en la escuela y me encantaba hacer análisis sintáctico. Seguí escribiendo mucho en la adolescencia y varias ideas de aquellos textos me sirvieron para desarrollar cuentos más adelante. Mi amor por la literatura comenzó antes de que aprendiera a leer, porque mi madre siempre me contaba o me leía fábulas, cuentos y todo tipo de historias que yo escuchaba fascinada. Nunca me gustó jugar con las muñecas ni ningún juego “normal” de chicas; mi gran placer era encerrarme con un libro o una revista de historietas (Superman, el Hombre Araña y Linterna Verde eran mis preferidas), o bien pasar las horas escribiendo o simplemente pensando e imaginando cosas.

2) O.M. ¿Desde cuándo publica?
C.D.B. El primer cuento que publiqué, Dimensiones, apareció en el fanzine argentino POTENCIAL UNO en 1987. Este relato también se publicó en el fanzine TDS (Italia) en 1989 y en la revista SOMNIUM (Brasil) en 1994.

3) O.M. ¿Siempre ha escrito Ciencia Ficción?
C.D.B. Sí, CF y algo de fantasía y terror. Incluso en mis escritos de la niñez, siempre había algún elemento que se podría encuadrar dentro de alguno de esos géneros. Es lo que fluye naturalmente cuando escribo.  

4) O.M. ¿Por qué eligió este género?
C.D.B. He llegado a la conclusión de que debe ser algo congénito, sobre todo porque muchos escritores del género, curiosamente o no, han relatado experiencias parecidas cuando se refieren al motivo de su inclinación por la CF. En mi caso, siempre me fascinaron las estrellas, lo que podría existir en aquellos puntitos lejanos del cielo que tanto me gustaba mirar cuando era niña. Cuando la noche estaba despejada, siempre salía al balcón de mi casa y me hundía en esa negrura que me atraía como un imán. Me imaginaba que allá lejos, en otro planeta, había una pequeña como yo mirando las estrellas e imaginándome a mí haciendo lo mismo. Con frecuencia tenía sueños “espaciales” y pensaba en la inmensidad del universo; leía libros de astronomía para niños e incluso me aprendía los nombres de las estrellas principales de cada constelación y luego trataba de localizarlas en el cielo. Por supuesto, no me perdía ninguna serie televisiva, ningún dibujo animado o película que tuvieran relación con el tema y que mis padres me permitieran ver. Era la época de Star Trek, El Prisionero, Los Vengadores, Astroboy, Los Supersónicos y Supercar, y no me perdía un solo capítulo. Cuando cumplí once años, un tío que conocía bien mis gustos me regaló Crónicas marcianas de Ray Bradbury. Leerlo fue una experiencia maravillosa y esclarecedora que, como decimos aquí, “me abrió la cabeza” para siempre. Entendí que todo lo que me gustaba imaginar y ver no eran extravagancias mías, sino que había gente adulta y seria que hacía lo mismo que yo y que además lo publicaba en un libro. Recuerdo que esa revelación me hizo sentir muy feliz. Después leí decenas de libros de otros autores, fui descubriendo los matices del género y se consolidó mi amor eterno por la CF. Lógicamente, a la hora de escribir es el ámbito en que me siento más cómoda desde que tengo memoria. También me gustan la fantasía, el terror, el realismo mágico y la ficción especulativa en general, pero siempre en segundo lugar dentro de mis preferencias.

5) O.M. ¿Qué otros textos ha publicado?
C.D.B. Mi actividad dentro de la ciencia ficción incluye la publicación de cuentos, artículos y traducciones, por lo tanto han aparecido muchos y variados textos míos en diferentes publicaciones en papel y online. Entre los cuentos más importantes, puedo mencionar Planetas de Papel, publicado en SINERGIA 12 (Argentina, 1987), en NUOVO MONDO 3 (Italia, 1989), en la antología visiones (Argentina, 1992) y en la revista electrónica AXXÓN (Argentina, 2005). Amoité, publicado por primera vez en AXXÓN en 1993 y republicado varias veces, ganó el premio “Más Allá” del Círculo Argentino de Ciencia Ficción y Fantasía al mejor cuento del año. La Pancha se publicó en axxón y en la revista sable de España en 1994; Salvación, el cuento seleccionado por ustedes, apareció en axxón en 2005 y en la ANTOLOGÍA AXXÓN I en 2007. También publiqué unos poemas y un cuento de CF en la revista ALFA ERIDIANI (España, 2006) y en el año 2011 mi cuento Leyenda fue incluido en un libro de estudio de Lengua y Literatura para estudiantes del último año de secundaria lanzado por Kapelusz, una de las editoriales más importantes de Argentina en lo que se refiere textos educativos. Un dato fuera de lo común es que hace unos años escribí una obra de teatro basada en un cuento mío, La puerta abierta, de temática sobrenatural con algo de terror, que el grupo teatral Almovida representó durante dos años y que ganó el premio a la mejor obra regional del Festival de Teatro de la Provincia de Misiones (Argentina, 1996), donde yo vivía en ese momento. Más tarde fue adaptada por el director de ese mismo grupo teatral y representó a la Provincia de Misiones en el Festival Latinoamericano de Mimo de Buenos Aires (1998) con muy buena acogida del público.
En cuanto a las traducciones, he perdido la cuenta de cuántas he publicado desde la década de 1980 hasta hoy, pero han de ser más de ciento cincuenta, entre cuentos, novelas cortas, novelas, artículos y reportajes, no sólo en revistas y fanzines argentinos, entre los que se cuentan SINERGIA, AXXÓN, VÓTICE, CUÁSAR y NEUROMANTE, sino también en editoriales españolas como LA FACTORÍA DE IDEAS y AJEC. He traducido obras de Ursula K. LeGuin, Isaac Asimov, Greg Egan, Bruce McAllister, Vernor Vinge, George R. R. Martin y muchos otros escritores fundamentales del género. La última novela que traduje, Hermano menor, de Cory Doctorow, apareció completa en axxón 212 (2010); fue la primera traducción al español de esa obra y puede leerse online. Mis traducciones de más reciente publicación salieron hace dos o tres meses: La isla, de Peter Watts, novela corta ganadora del premio Hugo 2010, incluida en el número 52 de la revista CUÁSAR, y El amor de sus vidas (AXXÓN 225), de Ian Watson y Roberto Quaglia, premiado por la British Science Fiction Association como el mejor cuento corto de 2009.

6) O.M. ¿Es un gran lector de ciencia ficción?
C.D.B. Definitivamente sí, tanto por gusto como por trabajo. Como ya he dicho, desde que descubrí a Bradbury a los once años no paré de leer CF en todas sus modalidades porque me causaba, y me sigue causando, un gran placer intelectual y emotivo. Soy de las que acostumbran leer un libro más de una vez; por ejemplo, ya leí tres veces la saga completa de El Señor de los Anillos. Con los años, se agregaron los textos en inglés que he tenido que leer para luego traducir, de los cuales algunos me han gustado y otros no, y los relatos que me envían algunos editores locales para que evalúe si vale la pena publicarlos. Gracias a esto, he podido acceder a la obra de autores anglosajones de todas las épocas y formarme un criterio claro sobre el desarrollo del género hasta la actualidad. También soy una gran lectora en general; me gustan muchas cosas, desde la dramaturgia de Shakespeare y García Lorca hasta autores tan diversos como Freud, Nietzsche, Galeano, Khalil Gibran, Oscar Wilde, Benedetti, Twain, Sabato y Víctor Hugo.

7) O.M. ¿Cuáles son sus autores preferidos? ¿Por qué?
C.D.B. La CF que más me gusta es la que tiene ideas provocativas y originales, pero que también ahonda en el aspecto humano. No leo CF para matar el tiempo ni como entretenimiento ligero, sino porque quiero que un escritor me transporte a su universo imaginado, me haga pensar, sentir y hasta replantearme opiniones o creencias que tal vez eran equivocadas. Hay una gran cantidad de autores que me han hecho reflexionar, reír, llorar, comprender a las personas y al mundo, de modo que es muy difícil para mí nombrar dos o tres. Tengo que mencionar a George Orwell, Ray Bradbury, Theodore Sturgeon, Philip K. Dick, Philip José Farmer, Cordwainer Smith, Alfred Bester, Fredrick Pohl, Stanislaw Lem, John Varley, James Tiptree, Douglas Adams, Ursula K. LeGuin, Christopher Priest, Connie Willis, John Kessel, Bruce McAllister, Mary Rosenblum, James Patrick Kelly, Bruce Sterling, Lucius Shepard, George R. R. Martin, Nancy Kress, Greg Egan, Ted Chiang y Cory Doctorow, pero hay más. Y no puedo dejar fuera de esta lista a Franz Kafka y Ambrose Bierce, dos escritores con los que me identifico profundamente, y a los argentinos Julio Cortázar (un verdadero genio) y Adolfo Bioy Casares.

8) O.M. ¿Qué autor lo ha inspirado más?
C.D.B. Cuando senté las bases de lo que iba a hacer con mi literatura, es decir en la adolescencia y la juventud, el autor que más me marcó fue Theodore Sturgeon. En aquella época leí todos sus libros, o todos los que pude conseguir. Él me enseñó que este género permite escribir desde un libro basado en conceptos que la mayoría de la gente juzgaría escandalosos, como Venus más X, hasta una novela delicada y sublime que llega a lo más profundo del alma, como Más que humano; que no es obligatorio escribir un texto mainstream para conmover o impactar a un lector y que el escritor de CF es el más amplio y libre en todo sentido, porque puede escribir desde una historia policial hasta un drama pasional sin salir del género. De modo que Sturgeon, además del alimento mental y espiritual que me proporcionó con sus relatos, me inspiró a escribir sobre cualquier cosa que me viniera a la mente, a dar rienda suelta a mis ideas e imaginación, porque la CF abarca todo: los viajes alucinógenos y los culebrones espaciales, los extraterrestres y los inframundos, la criogenia y las personalidades grabadas en un chip, las naves gigantescas y los nanobots, la manipulación genética y la miseria post-nuclear, el amor y la guerra, la sofisticación tecnológica y el retroceso a la Edad de Piedra, las utopías y las ucronías… sencillamente, todo lo que existe, existió y existirá. Más no se puede pedir.

9) O.M. ¿Se dice que hay muy poca ciencia ficción en su país, es verdad? ¿Por qué?
C.D.B. En Argentina hay mucha CF. Existe una gran cantidad escritores, guionistas, dibujantes e incluso cineastas que vienen trabajando desde hace años y también gente nueva que aparece constantemente. Lo que ocurre es que carecen de la difusión que merecen, especialmente por parte de las editoriales más importantes, que no apoyan al género y que sólo lo publican cuando el escritor viene avalado por algún premio o porque se pone de moda. Es decir, su prioridad es vender mucho y ganar dinero, no fomentar la buena literatura del género. Afortunadamente, en la Argentina contamos con dos publicaciones decanas y pioneras como AXXÓN y CUÁSAR, editadas por Eduardo Carletti y Luis Pestarini respectivamente, donde muchísimos autores de habla hispana, experimentados o que están dando sus primeros pasos, encuentran un espacio para publicar desde hace más de veinte años, con la posibilidad de ser conocidos internacionalmente, ya que AXXÓN está en Internet y CUÁSAR, que es una revista en papel, se distribuye en distintos países. Pero la falta de interés por la literatura de CF no es un problema privativo de nuestro país o de Latinoamérica, sino que ocurre a nivel mundial y creo Hollywood tiene mucho que ver en eso. En la actualidad, diría que la mayoría de los films norteamericanos se encuadran dentro de la CF, la fantasía o el terror y casi todos tienen un éxito fenomenal. A juzgar por lo que se consume en el cine (por no mencionar a los videojuegos y a la industria del entretenimiento en general) parecería que la CF está en su mejor momento en todo el planeta. El problema es que, de todas esas películas, muy pocas se pueden considerar CF en serio (entre las más recientes, se salvan, por ejemplo, District 9, Moon, y la magnífica Eternal sunshine of the spotless mind). Pero, habitualmente, cuando Hollywood no engendra desvirtuadas adaptaciones de libros con el final descaradamente cambiado, como en el caso de I am legend, nos ofrece panfletos deplorables como Independence Day o tonterías supremas como Transformers (una lástima, porque esos robots tan bien recreados merecían algo mejor). De modo que las personas en general, incluidas las editoriales que manejan el mercado, tienen la idea de que la CF es eso donde aparecen extraterrestres malos que vienen a destruirnos, naves disparando rayos y gente dinamitando asteroides hasta que llega el presidente de los Estados Unidos y nos salva a todos. Paradójicamente, la popularidad visual de la CF juega en contra de la buena literatura de CF. Y, como decía antes, esto está ocurriendo en todas partes. Hace poco me enteré, por comentarios de amigos escritores norteamericanos e ingleses, que ni siquiera los autores anglosajones renombrados pueden publicar libros fácilmente y que las revistas y fanzines siguen siendo el gran baluarte del género también en esos países.


10) O.M. ¿Se dice que la literatura de ciencia ficción es más bien para los adolescentes, piensa que en realidad tiene un alcance más importante?
C.D.B. El que dice que la CF es para adolescentes es porque no ha leído CF de verdad, como la de los autores que mencioné anteriormente. Es probable que esa opinión se base en las malas películas que ha visto y de las que hablé en la respuesta anterior. También puede pensar eso un lector mainstream que, por prejuicio, nunca se puso a investigar a conciencia por qué la CF perdura desde hace 194 años, contando desde la publicación de Frankenstein, de Mary Shelley, considerada la novela fundadora del género, en 1818. O tal vez porque ha leído o visto material de CF que le ha gustado mucho sin darse cuenta de que era CF. ¿Cuántos son conscientes, por ejemplo, de que la excelente Inglorious Bastards, de Tarantino, es una ucronía, y por lo tanto es una película de CF? En resumen, estas personas piensan que la CF es para adolescentes por ignorancia. Es una afirmación tan necia y sin fundamento como decir que los poemas de Neruda son nada más que para los románticos y los que están enamorados. En cuanto a la segunda parte de la pregunta, obviamente, como ya he mencionado, el género tiene un alcance mucho más amplio y puede ajustarse a la mentalidad de los niños, los adolescentes, los adultos y los ancianos. La buena literatura no puede encasillarse; no creo en los libros para tal o cual edad. Los buenos libros, de cualquier género, son para cualquiera que los abra, esté preparado para leerlos y tenga ganas de seguir leyéndolos hasta el final, sin importar los años que tenga.

11) O.M. ¿Qué opina del porvenir de la literatura de Ciencia Ficción en Latinoamérica en general y en su país en particular?
C.D.B. Creo que seguirán surgiendo autores, ilustradores, guionistas y directores de cine; los que ya existimos seguiremos publicando y luchando por difundir el género, de alguna manera u otra, continuaremos abriendo espacios alternativos independientes de la gran industria editorial. Algo muy positivo es que, en los últimos años, nos hemos conectado entre nosotros gracias a Internet, ya que antes no teníamos idea de lo que ocurría en los demás países de Latinoamérica. Ahora hay un intercambio intenso y nos conocemos casi todos; ya no buscamos solamente las novedades de los anglosajones, sino que también leemos con ansias las nuevas publicaciones online de los autores hispanoparlantes. Todo ese panorama es muy alentador. En cuanto a la literatura de CF en sí, hay de todo como en cualquier actividad humana: tenemos escritores consolidados muy buenos, como el cubano Yoss y los argentinos Carlos Gardini y Alejandro Alonso (todos ganadores del importante Premio UPC), autores noveles muy prometedores que aún necesitan pulirse y otros decididamente olvidables. En lo que concierne a las temáticas, también contamos con un amplio espectro. Hay una creciente tendencia a utilizar cada vez más elementos locales y cada vez menos modelos anglosajones, que de todos modos siguen siendo una referencia insoslayable por su trascendencia dentro del género. En síntesis, soy optimista y considero que la CF latinoamericana no necesita de la maquinaria editorial del establishment para seguir prosperando como hasta ahora. Aunque a todos nos gustaría poder vivir de nuestra literatura, estamos acostumbrados a compartirla sin retribución monetaria y a ganarnos el pan con otras actividades.

12) O.M. ¿La Ciencia Ficción es una manera de expresar la realidad?
C.D.B. Por supuesto. A decir verdad, es muchas maneras de expresar la realidad. Por ejemplo, puede describirnos la realidad sin cambiar nada e introducir un elemento inesperado para ver qué sucede. O puede exagerar hasta el límite una característica de la realidad para que la veamos como es: tal vez peligrosa, ridícula o mucho más beneficiosa de lo que pensamos. En otros casos, puede transportar toda nuestra realidad a otro mundo, con otras condiciones climáticas y ambientales, para ver si algo cambia o todo sigue igual. La CF parte de la realidad como punto de referencia, porque los escritores vivimos aquí y ahora como todo el resto de la gente, pero luego la interpreta, proyecta, revierte, colapsa o extrapola para encontrar nuevos puntos de vista, problemas o soluciones en los que nunca habíamos pensado, conflictos humanos insospechados que pueden surgir si continuamos o no continuamos haciendo lo mismo que hacemos hoy. Es verdaderamente apasionante y creo no hay otro género capaz de extender los horizontes mentales como la CF. Para terminar, les agradezco esta entrevista y envío un saludo a todos los lectores del blog.

1 commentaire:

perrine a dit…

Muchas gracias a Claudia por sus respuestas detalladas y enriquecedoras.